Igualdad merito y capacidad

meritocracia en la educación

¿Qué es la igualdad de oportunidades en el empleo? La igualdad de oportunidades en el empleo es un principio que afirma que todas las personas deben tener derecho a trabajar y progresar en función de sus méritos y capacidades, independientemente de su raza, sexo, color, religión, discapacidad, origen nacional o edad.

Los empleados y solicitantes que consideren que han sido discriminados por motivos de raza, color, religión, sexo (incluida la identidad de género, los estereotipos de género, la orientación sexual y el embarazo), origen nacional, edad (40 años o más), discapacidad (mental o física), información genética o represalias deben presentar su queja como se indica a continuación:

¿qué es un ejemplo de meritocracia?

Este enfoque puede utilizarse cuando exista una infrarrepresentación por motivos étnicos o de género, identificada por los datos del censo nacional y los datos de diversidad judicial de la Oficina Judicial. Esto puede tener lugar tanto en la fase de preselección como en la de decisión final.

Esta guía describe el enfoque por el que la Comisión decidirá si aplica las disposiciones legales sobre igualdad de méritos[1] durante un proceso de selección, con el fin de apoyar una mayor diversidad judicial. Las orientaciones se aplican a todos los ejercicios de selección del CCC, hasta el Alto Tribunal y el Tribunal Superior.

La Comisión considerará la posibilidad de basarse en las disposiciones legales de igualdad de méritos con respecto a las características protegidas de raza y género sólo en este momento, pero lo mantendrá bajo revisión. Al aplicar la política a la característica de la raza, la Comisión limitará la definición a las categorías de blanco y negro, asiático y minoría étnica (BAME)[4].

Antes de cada ejercicio de selección, se utilizarán los datos publicados que muestren la diversidad de la judicatura en su conjunto y en un nivel determinado, junto con el censo de 2011, las características detalladas, las estimaciones de la Oficina de Estadísticas Nacionales de mediados de 2017 (o las últimas estimaciones de población actualizadas), para determinar si existe una infrarrepresentación en la judicatura en su conjunto o en el nivel de la judicatura para el que se realiza la selección. [2] Únicamente cuando estos datos muestren que existe una infrarrepresentación de una o ambas características de raza y/o género, la Comisión considerará la posibilidad de dar prioridad a los candidatos de igual mérito con una característica protegida relevante.

qué es la meritocracia en sociología

La meritocracia fue argumentada por Platón en su libro La República y se convirtió en uno de los fundamentos de la política en el mundo occidental. La “definición más común de meritocracia conceptualiza el mérito en términos de competencia y capacidad probada, y muy probablemente, medida por el coeficiente intelectual o las pruebas de rendimiento estandarizadas”[3] En el gobierno y otros sistemas administrativos, la “meritocracia” se refiere a un sistema en el que el avance dentro del sistema se basa en “méritos”, como el rendimiento, la inteligencia, las credenciales y la educación. A menudo se determinan mediante evaluaciones o exámenes[4][página necesaria].

En un sentido más general, la meritocracia puede referirse a cualquier forma de evaluación basada en los logros. Al igual que “utilitario” y “pragmático”, la palabra “meritocrático” también ha desarrollado una connotación más amplia, y a veces se utiliza para referirse a cualquier gobierno dirigido por “una clase dirigente o influyente de personas educadas o capaces”[5].

Esto contrasta con el uso original y condenatorio del término en 1958 por parte de Michael Dunlop Young en su obra “The Rise of the Meritocracy” (El auge de la meritocracia), que satirizaba el Sistema Tripartito de educación, aparentemente basado en el mérito, que se practicaba en el Reino Unido en aquella época; afirmaba que, en el Sistema Tripartito, “el mérito se equipara a la inteligencia más el esfuerzo, sus poseedores se identifican a una edad temprana y se seleccionan para una educación intensiva adecuada, y hay una obsesión por la cuantificación, la puntuación de los exámenes y las calificaciones”[6].

meritocracia

La igualdad de oportunidades meritocrática se basa en la oposición de la igualdad de oportunidades formal a la discriminación formal y arbitraria. La meritocracia exige que los puestos y los bienes se distribuyan únicamente en función del mérito individual. Esta idea resulta más familiar por la asignación de puestos de trabajo, respecto a la cual la mayoría estaría de acuerdo en que se debería nombrar al solicitante que mejor lo hiciera en el puesto. Dado que el hecho de que alguien sea el mejor o el más meritorio de los solicitantes no tiene por qué depender de factores arbitrarios, como la raza o el género, la igualdad de oportunidades meritocrática se opone a la discriminación arbitraria.

Si bien el alejamiento de la discriminación arbitraria es bienvenido, la Igualdad de Oportunidades Meritocrática tiene limitaciones bien conocidas, especialmente con respecto a los niños. Por ejemplo, juzgar por el mérito puede estar fuera de lugar en el caso de la educación, ya que se supone que la educación cultiva el mérito, en forma de habilidades y cualificaciones. Para ilustrar una segunda limitación, imaginemos que todas las plazas universitarias superiores se conceden a miembros de la clase alta y que un nuevo gobierno progresista es elegido en el poder e impone la igualdad meritocrática de oportunidades. Tras generaciones de consolidación de una educación superior, puestos de trabajo y riqueza a expensas de los pobres, las clases altas están en una situación mucho mejor, sobre todo si existe la posibilidad de una escolarización privada, para garantizar que sus hijos acaben siendo los más meritorios, preservando las enormes desigualdades sociales entre los miembros de las distintas clases. Aunque algunas oportunidades están abiertas a todos por igual, las oportunidades para desarrollar el “mérito” no se distribuyen por igual. Es esta insuficiencia de la Igualdad de Oportunidades Meritocrática la que motiva la concepción de la Igualdad de Oportunidades Justa.