Derecho a la privacidad

El juez k. s. puttaswamy (retirado) y…

El derecho a la intimidad -el derecho a estar solo, como lo definió el juez Louis Brandeis- es fundamental para nuestra comprensión de la libertad, pero la Constitución no lo menciona en ningún lugar. Cuando el Congreso presentó la Carta de Derechos al pueblo para su ratificación en 1789, la privacidad no figuraba como una libertad que requiriera protección del gobierno. Sin embargo, hoy es difícil imaginar la sociedad estadounidense sin este derecho. ¿Cómo se convirtió la privacidad en una libertad esencial?
Para los hombres y mujeres del siglo XVIII, la privacidad significaba el derecho a estar seguro en el propio hogar, a salvo de los poderes del gobierno. La frase del derecho consuetudinario, “El hogar de un hombre es su castillo”, expresaba esta idea. Todos los ingleses, tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo, creían que “el hombre más pobre puede desafiar en su casa a todas las fuerzas de la corona”, como dijo Sir William Pitt, antiguo primer ministro británico, en 1763. Esta definición de la privacidad llegó a la Carta de Derechos de Estados Unidos, aunque de forma indirecta, en dos enmiendas distintas. La Tercera Enmienda impedía al gobierno alojar a los soldados en casas particulares; esta enmienda reafirmaba la práctica inglesa expresada en la Petición de Derecho (1628). La Cuarta Enmienda protegía a los propietarios de viviendas de los registros, salvo por causa probable y sólo entonces con una orden judicial debidamente aprobada. Estas garantías eran importantes, pero nadie entendía que incluyeran el derecho a ser dejado en paz, sino que significaban la protección contra la arbitrariedad del gobierno.

Declaración de derechos de los estados unidos

El gobierno tiene la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos, pero a menudo cruza la línea cuando se trata de la vigilancia. En 2013, Edward Snowden denunció el programa de espionaje de la NSA, lo que puso el tema de la privacidad en el punto de mira. El equilibrio entre la seguridad nacional, la libertad de expresión, la vigilancia y el derecho a la intimidad es complicado. En general, se acepta que si el gobierno no tiene una razón para espiar a alguien, no debería hacerlo. Nadie quiere vivir en un estado de Gran Hermano.
Cuando la privacidad se reconoce como un derecho humano básico, hay consecuencias para quienes no la respetan. Aunque hay muchos ejemplos “blandos” de uso de datos personales, como los anuncios dirigidos, los derechos de privacidad establecidos trazan una línea en la arena. Sin estas restricciones, las empresas y los gobiernos son más propensos a robar y utilizar indebidamente los datos sin consecuencias. Las leyes de privacidad son necesarias para proteger los derechos de privacidad.
Todo el mundo tiene cosas que no quiere que ciertas personas sepan. Tener el derecho a establecer límites es importante para unas relaciones y carreras sanas. En el pasado, poner límites significaba simplemente elegir no hablar de temas específicos. Hoy en día, la cantidad de información personal que se guarda en línea hace que el proceso sea más complicado. Las redes sociales pueden revelar mucha información que no queremos que conozcan ciertas personas (o extraños). Las plataformas de los medios de comunicación están obligadas a ofrecer funciones de seguridad. Tener control sobre quién sabe qué nos da tranquilidad.

Cuarta enmienda a la unidad…

HTMLPaís3Finalidad del mandatoLa intimidad permite el disfrute de otros derechos: el libre desarrollo y expresión de la personalidad, la identidad y las creencias del individuo, y su capacidad para participar en la vida política, económica, social y cultural. El Relator Especial tiene el mandato de promover y proteger el derecho a la intimidad: El Relator Especial para la privacidad está cada vez más interesado en las implicaciones de la privacidad en las siguientes áreas:Sobre el mandatoEn 2015, el Consejo de Derechos Humanos creó el primer mandato sobre privacidad en la resolución
28/16. En ella se pedía al Relator Especial que buscara información creíble y fidedigna de gobiernos, organizaciones no gubernamentales y cualquier otra parte que tuviera conocimiento de situaciones y casos relacionados con la privacidad. El mandato fue renovado por un período de tres años en marzo de 2018 (A/HRC/RES/37/2). Más información sobre la historia de este mandato. Titular actual del mandato
En julio de 2015, el Consejo de Derechos Humanos nombró al profesor Joseph Cannataci de Malta como el primer Relator Especial sobre el derecho a la privacidad. Profesional de las tecnologías de la información colegiado en el Reino Unido y miembro de la Sociedad Británica de Informática, es también consultor experto de varias organizaciones internacionales y ocupa diversos cargos en la Universidad de Malta, la Universidad de Groningen y la Universidad Edith Cowan de Australia. Su último libro,

Quinta enmienda a la unidad…

Cuatro periodistas belgas fueron objeto de una gran operación de registro e incautación, destinada a identificar la fuente de información gubernamental filtrada. El Tribunal de Estrasburgo dictaminó que la operación había sido injustificada y desproporcionada. El caso influyó en la nueva legislación para mejorar la protección de los periodistas y sus fuentes.
La policía tomó muestras de ADN a dos hombres de Sheffield. Se retiraron los cargos penales contra ellos. Sin embargo, según la legislación británica, la policía podía conservar su ADN para siempre. El Tribunal de Estrasburgo dictaminó que conservar los registros de ADN de personas inocentes vulneraba su derecho a la intimidad.
R.V. era cartero. Junto con otras 200 personas, fue sometido a vigilancia secreta por los servicios de seguridad, supuestamente por formar parte del Movimiento por la Paz. La Comisión Europea de Derechos Humanos determinó que la legislación holandesa no había protegido adecuadamente a los demandantes, violando su derecho a la intimidad. Se aprobó una nueva ley que establece claramente las circunstancias y condiciones en las que la vigilancia secreta puede…