Defensa de la competencia

Leyes antimonopolio monopolio

Existe un amplio consenso sobre el hecho de que la aplicación privada puede mejorar sustancialmente el funcionamiento de un régimen de competencia y que los individuos y las empresas que sufren un perjuicio por una conducta anticompetitiva deben tener derecho a una compensación razonable.
Al mismo tiempo, es importante encontrar el equilibrio adecuado entre la aplicación pública y la privada. La política antimonopolio y la aplicación de la ley antimonopolio, incluida la aplicación privada, deben considerarse como un sistema político integrado en el que numerosos factores contribuyen a los objetivos complementarios de disuasión y compensación.
Conseguir el equilibrio adecuado entre estos instrumentos y objetivos es clave para garantizar que la aplicación privada no afecte negativamente a la eficacia de la aplicación pública y fomente un mayor cumplimiento de las normas antimonopolio, evitando al mismo tiempo los litigios que suponen un despilfarro y podrían desalentar conductas socialmente beneficiosas.

Antimonopolio: enfrentarse al monopolio…

“Los jefes del Senado”, una caricatura de Joseph Keppler que representa los intereses de las empresas -desde el acero, el cobre, el petróleo, el hierro, el azúcar, el estaño y el carbón hasta las bolsas de papel, los sobres y la sal- como gigantescas bolsas de dinero que se ciernen sobre los diminutos senadores en sus escritorios de la Cámara del Senado de los Estados Unidos.[1]
En Estados Unidos, la ley antimonopolio es un conjunto de leyes del gobierno federal y estatal que regulan la conducta y la organización de las corporaciones comerciales y que, por lo general, pretenden promover la competencia y evitar los monopolios. Las principales leyes son la Ley Sherman de 1890, la Ley Clayton de 1914 y la Ley de la Comisión Federal de Comercio de 1914. Estas leyes cumplen tres funciones principales. En primer lugar, el artículo 1 de la Ley Sherman prohíbe la fijación de precios y el funcionamiento de cárteles, así como otras prácticas colusorias que restringen el comercio de forma injustificada. En segundo lugar, el artículo 7 de la Ley Clayton restringe las fusiones y adquisiciones de organizaciones que puedan reducir sustancialmente la competencia o tender a crear un monopolio. En tercer lugar, el artículo 2 de la Ley Sherman prohíbe la monopolización[2].

Ejemplos de antimonopolio

Escanear activamente las características del dispositivo para su identificación. Utilizar datos de geolocalización precisos. Almacenar y/o acceder a la información de un dispositivo. Seleccionar contenidos personalizados. Crear un perfil de contenido personalizado. Medir el rendimiento de los anuncios. Seleccionar anuncios básicos. Crear un perfil de anuncios personalizados. Seleccionar anuncios personalizados. Aplicar la investigación de mercado para generar información sobre la audiencia. Medir el rendimiento de los contenidos. Desarrollar y mejorar los productos.
Las leyes antimonopolio son el amplio grupo de leyes estatales y federales que están diseñadas para garantizar que las empresas compiten de forma justa. Sus defensores afirman que las leyes antimonopolio son necesarias para un mercado abierto. La competencia entre vendedores ofrece a los consumidores precios más bajos, productos y servicios de mayor calidad, más opciones y mayor innovación. Los que se oponen a las leyes antimonopolio argumentan que permitir que las empresas compitan como consideren oportuno acabaría dando a los consumidores los mejores precios.
La Ley Sherman, la Ley de la Comisión Federal de Comercio y la Ley Clayton son las leyes clave que sientan las bases de la regulación antimonopolio. Antes de la Ley Sherman, la Ley de Comercio Interestatal también fue beneficiosa para establecer la normativa antimonopolio, aunque tuvo menos influencia que algunas de las otras.

La maldición de la grandeza: el antimonopolio en…

La competencia anima a las empresas a ofrecer a los consumidores bienes y servicios en las condiciones más favorables. Fomenta la eficiencia y la innovación y reduce los precios. Para ser eficaz, la competencia requiere que las empresas actúen con independencia unas de otras, pero sometidas a la presión que ejercen sus competidores.La política antimonopolio de la UE se desarrolla a partir de los artículos 101 y 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE).El artículo 101 prohíbe los acuerdos anticompetitivos entre dos o más operadores independientes del mercado.El artículo 102 prohíbe el comportamiento abusivo de las empresas que ocupan una posición dominante en un mercado determinado.  > Leer el resumen completo de antimonopolio